martes, 3 de febrero de 2015

Leyes de educación... ¿cuántas más mejor?

Leyes de educación, cuántas más mejor. ¡Qué tranquilos estábamos con la EGB! No será mejor una buena, bien hecha, que cinco malas -"menos es más"-. Desde hace unos añitos, que entra el PP en el gobierno: quita, anula o refunde la ley educativa del PSOE, que este último gana las elecciones, pues tres cuartos de lo mismo, y todo para "la mejora de la calidad de la educación" -la, la la...Masiel 1968- en nuestro país. ¿Intéreses políticos?  Esos pobre profesores, directores de colegio, padres, madres... que cansados tienen que estar de quitar contenidos, anular criterios, refundir objetivos... más liados que la pata un romano. Que si ahora las competencias no son básicas, sino clave y siete (antes ocho) - pues mira mejor: una menos-. Que dentro del currículum lo importante son los criterios de evaluación y los objetivo al carajo. Que a centrarse en la lengua y las matemáticas, y dejarse de dibujitos y rebujos globalizados... cada cosa en su sitio: los conocimientos en compartimentos estancos separados, como toda la vida, y el alumnado de paso también separado, nada de grupitos. Pues esto no se se queda aquí señor@s, todo apunta a que si en las próximas elecciones entra otro a gobernar, cambiará de nuevo la ley de educación y vuelta a empezar.

Pobres padres que tienen que comprar los libros cada año porque los del hijo mayor no le sirve al chico. Con tanto cambio de ley los libros no valen más que para un curso y punto. Total, para que luego para digan que los niños no estudian porque no quieren, que no atienden. Por lo visto ahora se llama "Trastorno por déficit de atención e hiperactividad" o TDAH, lo que antes era "es que el niño, o la niña, está en los cerros de Úbeda". Como esto de los cerros sonaba muy poco científico lo han cambiado por TDAH, hay más pero y más liantes todavía. Yo creo, en mi humilde opinión que el niño o la niña no atiende en clase simplemente porque no le interesa, no es que tenga déficit alguno sino que no está escuchando. Después sale a la calle y hay coches, árboles, smartphones, iphones -infinidad de "phones"- , gimnasios, etc... Son muchas cosas que no aparecen entre los contenidos de las programaciones docentes de primaria y secundaria, demasiadas. El cálculo, la escritura, la lectura, las ciencias, las sociales, etc... sólo tienen sentido si se combinan con las artes, la filosofía, la creatividad. Son materias instrumentales, esenciales, pero sólo eso instrumentos, nada más. Sólas, separadas y desconectadas de la vida real no tiene sentido, hay que contextualizarlas, usarlas de forma creativa para que funcionen y un tengan sentido.

Concluyendo: ¡por favor, señores del gobierno no cambien más la ley de educación! espérense unos añitos. Dedíquense a modificar la Constitución que ya lleva décadas igual y los tiempos han cambiado. Bueno, hagan lo que les venga bien, pero sin tocar "la saca" -dicho sea de paso-.

miércoles, 7 de enero de 2015

¿El fin de la crisis?

Otro año más y otro año menos. Es evidente en términos de tiempo geológico es una milésima de segundo. ¡Qué poco dura un año! Pero ahí está, el que ha pasado es eso pasado y el que viene es el futuro inmediato, para que darle más vueltas. Dicen que ya salimos de la crisis, que lo malo ha pasado y que ahora todo va a mejor. Esto me recuerda a los años ochenta, cuando todo iba "palante", que nada para atrás: evolución y punto. ¿Qué nos deparará el progreso? ¿Qué nuevos dispositivos llenarán nuestras casas, nuestros intereses? ¿A dónde llegara el euro y el dolar? Crecimiento... Está claro que todo ira a otro descalabro, porque la vida es así y el progreso también, como una montaña: subir, subir y subir pero que luego hay que bajar. Pues en esas estamos. De poco nos servirá los buenos augurios de gobernantes dispuestos a proponer el fin de lo malo y el comienzo de lo bueno. Después de la tormenta viene la calma y después, pues eso, otra vez tormenta. Y digo yo ¿quién acaba con la crisis de los cuarenta? ¡Buena pregunta! En fin... Feliz año nuevo.