lunes, 10 de mayo de 2010

Reportaje de Canal Sur sobre el habla andaluza.


Hay una creencia bastante generalizada que señala que en Andalucía habitualmente se habla mal. El hecho de que nos comamos los finales de las palabras, las “s”, que “ceceemos” o “seseemos” serían algunos ejemplos de ello. ¿Es o no incorrecto, desde el punto de vista de la lengua, esta forma de expresarnos? ¿Hay una forma correcta de hablar el español o el andaluz? Y es más, ¿Existe una única forma de hablar en las ocho provincias de al comunidad autónoma? En el reportaje de Canal Sur se trata a fondo el habla en Andalucía, analizando a partir de la publicación del trabajo La identidad lingüística de Andalucía, coordinada por el profesor de la Universidad de Sevilla Antonio Narbona, las características de nuestra forma de hablar, ofreciendo algunas conclusiones que determinan nuestra forma de expresarnos.

Desde siempre se ha dicho que los andaluces hablamos mal. Pero, ¿es correcto? ¿Hay una forma correcta de hablar el español? Y, por la misma regla, ¿existe una única manera en el habla andaluza?. El estudio de la Universidad de Sevilla sobre la identidad lingüística de Andalucía analiza estas cuestiones y se llega a la conclusión de que la entonación y el ritmo son los principales caracteres diferenciadores del habla en Andalucía. Rafael Cano, catedrático de la Lengua Española de la Universidad de Sevilla y coordinador del estudio, afirma que el modo de pronunciar la “s” es un rasgo fronterizo de Andalucía, lo que supone un importante rasgo diferenciador con respecto al resto de la península ibérica. Antonio Narbona, también catedrático de Lengua Española de la Universidad de Sevilla, nos comenta que el “seseo” es un rasgo diferenciador bastante importante y que éste no se da o raramente en el resto del mundo hispanohablante.

En el documental se nos presentan de forma definida los rasgos fundamentales y peculiaridades del habla andaluza. Estos son: la apertura final de las vocales que se da en Andalucía oriental, el uso de ustedes como plural único en la occidental, las 15 maneras de pronunciar la “s”, así como el uso de la “h” aspirada en sustitución de las consonantes “c”, “z”, y “s”.

Una de las cuestiones que se plantean en el documental es la influencia del grado de educación de los hablantes en su forma de usar la lengua, de hablar. De todos es sabido que existe un supuesto complejo de inferioridad de algunos hablantes. Según Rafael Cano, este complejo no se ha cuantificado, no hay datos fiables, estudios que constaten este hecho. Como afirma el señor Cano, “el hablante puede cambiar la forma de hablar para que no se rían de uno, porque le conviene; y lo hace de forma espontánea y sin ser obligado a ello.

Por otro lado, se analiza la influencia y el papel de los medios de comunicación en el uso del habla andaluza por los andaluces. Según Cano “el lenguaje de los medios es un estilo; se trata de ser entendido por la mayor cantidad de gente”, así pues la influencia sobre el habla de los espectadores es mínima. Los medios de comunicación buscan un lenguaje neutro y comprensible a todos, por ejemplo utilizan las vocales de forma muy pronunciada.
Como cualquier otra forma de hablar, el habla andaluza esta evolucionando, incorporando nuevas formas y perdiendo el uso de expresiones y palabras. Se producen cambios de vocabulario y expresiones del menudo rural se van perdiendo.

El documental nos acerca a una de las formas de hablar el español, una más entre las muchas que se pueden encontrar en el mapa lingüístico del español: el habla andaluza. A nivel fonético y morfo-semántico, el habla andaluza tiene rasgos distintivos que le dan una identidad lingüística propia. En un plano social la conciencia que los hablantes tienen de su habla es evidente y la utilizan sin un supuesto complejo de inferioridad. Además, dentro de su geografía lingüística se pueden encontrar diferencias que nos llevan a hablar de las hablas andaluzas. En resumen, la forma de utilizar la lengua española en Andalucía es una característica que nos diferencian y nos definen como cultura, siendo el habla o las hablas andaluzas un elemento más de ésta.