domingo, 21 de marzo de 2010

Lévi Strauss. Chamanes.


En el artículo de Claude Levis Strauss “La eficacia simbólina” (1949), el antropólogo indaga los fundamentos estructurales de la cura de los chamanes, tomando como referencia un texto de Nils H. y Henry W. sobre un encantamiento realizado en una cura chamanistica de los indios Cuna de Panamá.

El término "eficacia simbólica" corresponde a las técnicas empleadas por el hechicero o chamán para curar a sus enfermos. Comprende dos aspectos: uno correspondiente al lugar, al puesto que ocupa el chamán (el del sujeto supuesto saber); el otro, no tanto al uso de la palabra, sino a los actos que ejecuta en su terapia. Lévi-Strauss dice que el chamán cura por el lugar que ocupa, y aclara: un chamán no se convierte en un gran hechicero porque cura a sus enfermos, sino que cura a sus enfermos porque se ha convertido en un gran hechicero. "El problema fundamental es, pues, el de la relación existente entre un individuo y el grupo o, para ser más exactos, entre un cierto grupo de individuos y determinadas exigencias del grupo". La eficacia de la práctica mágica implica la creencia en la magia: la creencia del hechicero en la eficacia de sus técnicas, la del paciente en el hechicero y, la confianza y exigencias del grupo de personas que intervienen.

El chamán es llamado para asistir a un parto difícil donde la partera de oficio se encuentra confusa ante la dificultad de su paciente. El parto al parecer se ha complicado debido a que Muu, el espíritu que anima al útero y por ende es la potencia responsable de la formación del feto, ha sobrepasado sus funciones y ha robado el alma o purba de la madre. La intervención del chamán tendrá por objeto la recuperación del purba de la parturienta, grandes luchas y conjuros contra los excesos de Muu. “Vencida, Muu deja que se descubra y libere el purba de la enferma; el parto tiene lugar, y el canto concluye enunciando las precauciones tomadas para que Muu no escape en persecución de los visitantes. El combate no ha sido librado contra la misma Muu, indispensable para la procreación, sino tan sólo contra sus abusos; una vez corregidos éstos, las relaciones se vuelven amistosas, y el adiós de Muu al chamán equivale casi a una invitación: Amigo nele, ¿cuándo volverás a verme?”

El purba para los Cunas es el alma y cada órgano tiene el suyo propio. Lévi-Strauss, explica que este tipo de cura es por la palabra, una “manipulación psicológica del órgano enfermo”. En el texto, la eficacia simbólica del chamán reside en la creencia que un grupo de personas y la enferma tiene en él. Sólo así es posible que la enferma, a partir de lo dicho por el chamán, pueda aceptar el advenimiento de extraños síntomas:
“El chamán proporciona a la enferma el lenguaje en el cual se pueden expresar inmediatamente estados informulados e informulables de otro modo. Y es el paso a esta expresión verbal que provoca el desbloqueo del proceso fisiológico, es decir la reorganización, en un sentido favorable, de la secuencia cuyo desarrollo sufre la enferma”.

El mito que se le ofrece a la paciente para entender ese desorden, y que constituye lo realmente terapéutico, en tanto que es lo que permitiría que la criatura descendiera, consiste en verbalizarle como los nelegan penetran en su vagina en fila india, y en el momento que llegan al útero, morada de Muu, ya no marchan en fila sino de cuatro en fondo y para salir de nuevo al aire libre, marchan todos en un mismo frente. Lo anterior es lo que a juicio del autor desencadena la respuesta fisiológica correspondiente y la cura.

martes, 9 de marzo de 2010

Eduardo Punset es uno de mis favoritos, no puedo negarlo. Desde hace tiempo sigo a este divulgador científico. En su blog, "Redes para la ciencia", se puede leer esta entrada sobre el futuro de la educación y, francamente estoy de acuerdo son su planteamiento. Me he permitido un cortar y pegar porque no tiene desperdicio. Además en su blog se pueden encontrar más entradas muy interesantes sobre el tema del aprendizaje social y emocional.

"La crisis de fondo está en la educación.

Hay una gran mayoría de científicos convencida de que la próxima revolución, la que cambiará nuestras vidas hasta límites irreconocibles, será la fusión de la biología y la tecnología, que ya ha empezado. Esta revolución avanza a pasos agigantados, pero yo estoy convencido de dos cosas: de que no será la más importante y de que le va a ganar la partida otro tipo de transformación que se expresará, a la vez, más profunda y lentamente.

¿Por qué digo eso? Les pido a mis lectores que cierren los ojos un instante e imaginen la actividad que peor funciona de todas las prestaciones universalizadas: la justicia, la seguridad ciudadana, la enseñanza, la sanidad, el ocio, el transporte o la asistencia social a ancianos y necesitados. Otros y yo hemos hecho esta prueba en contextos sociales muy diversos. Pues bien, por ello puedo anticiparles el resultado de su experimento. Son muy pocos los que aludirán a la educación o la enseñanza como a la actividad que atraviesa la crisis más grave.

La educación del futuro gestionará la diversidad de las aulas modernas fomentando la inteligencia social y enseñará a gestionar las emociones positivas y negativas.

Y, sin embargo, es, a mucha distancia de las demás, la que menos está respondiendo a las exigencias de las sociedades modernas. Tenemos un sistema educativo instalado en la Prehistoria. Intuimos ahora que la reforma educativa de los próximos 50 años a nivel mundial se caracterizará por una reforma radical de la profesión de maestro. Lejos de ser una profesión liviana, la de maestro será una carrera con un contenido más profesional y complejo que cualquier otra.

Lo que está aflorando del análisis en curso es que el objeto de la reforma no es tanto alterar la complejidad de las clases globalizadas, ni la propia sociedad, como la categoría de los maestros, que verán sus objetivos transformados. El objetivo no será cambiar las clases, que, a veces, fruto del proceso de globalización, parecen una reunión de 30 jóvenes con problemas mentales gritando a sus maestros. Tampoco podemos cambiar de la noche a la mañana las asociaciones de padres, que parecen compaginar un desinterés inaudito por la educación de sus hijos con una cierta agresividad contra el profesorado.

¿Cuál será, pues, a partir de pasado mañana, la misión de los sistemas educativos en el futuro? ¿Formar especialistas? No. La reforma de la enseñanza se propondrá dimensionar ciudadanos en un mundo globalizado. ¿Pertrechar las mentes de sus estudiantes? No. Los esfuerzos venideros en materia educativa apuntarán a reformar los corazones de la infancia y la juventud, olvidados por la obsesión exclusiva en los contenidos académicos.

¿Cómo se consigue alcanzar esta misión? Cumpliendo estos dos objetivos. Uno: aprender a gestionar la diversidad de las aulas modernas, a las que ha cambiado profundamente su cariz la globalización. Se trata de fomentar la inteligencia social y no sólo la individual, hacer que sirva para concatenar cerebros dispares y distintos, tomando buena nota de sus diferencias étnicas, culturales y sociales.

Simultáneamente –y éste es el otro objetivo–, resultará imprescindible que los maestros fomenten el aprendizaje de las emociones positivas y negativas, que son comunes a todos los individuos y previas a los contenidos académicos destilados a la infancia; es decir, aprender a gestionar lo que nos es común a todos. Se trata de enseñar a los jóvenes a gestionar la rabia, la pena, la agresividad, la sorpresa, la felicidad, la envidia, el desprecio, la ansiedad, el asco o la sorpresa.

Al profundizar en el sistema de enseñanza del futuro, estamos constatando que, lejos de ser la profesión de maestro una de las más livianas, es ya, sin lugar a dudas, las más compleja y sofisticada de todas ellas. ¿Cómo ha podido la sociedad, los propios educandos y las instituciones hacer gala de tanta ceguera?"

http://www.eduardpunset.es/2225/general/la-crisis-de-fondo-esta-en-la-educacion

La empresa lucrativa. Apuntes de Antropología Política.


En la empresa lucrativa, el fin específico es hacer dinero. Hacer dinero entre comillas porque equivale a crear riqueza o acumular dinero. Se trata de un medio o instrumento para acumular capital. Desaparece la empresa cuando deja de “hacer dinero”, porque deja de tener sentido lucrativo. El producto elaborado no tiene sentido para quien lo elabora; es un producto creado con un fin lucrativo. Carece de significado cuando deja de contribuir a acumular capital. En la medida en que el producto o servicio comienza a tener sentido en si mismo, la lógica lucrativa comienza a ser anulada o aplastada por otros campos que nada tienen que ver con la creación de capital. Una organización como la red sanitaria es un ejemplo, presta un servicio a la comunidad pero no “hace dinero”. Sin embargo, una empresa farmacéutica produce medicamentos porque tiene un din lucrativo.

Los contratos comerciales mercantiles se utilizan en la producción de bienes y servicios. Son un conjunto de contratos mercantiles, y se podría decir que éte es una organización lucrativa. Se trata de un entramado con una estabilidad frágil, depende sólo, su continuidad, de que los costes totales que se derivan del mantenimiento de los contratos sean inferiores a los que se obtendrían de tener que buscar los beneficios en el mercado abierto.

A una empresa le interesa más contratar un servicio fuera que mantener uno dentro de ésta, es el fenómeno de las subcontratas. Éste tema fue estudiado por Couse. Los sujetos sociales son los protagonistas y tienen el mando de los negocios, no son las multinacionales, aunque éstas sean monstruos con mucha capacidad de influencia notable. Los verdaderos protagonistas son los ejecutivos. Se entiende todos aquellos que con su iniciativa y su saber y dedicación son reconocidos como artífices de el “hacer dinero”.

Un ejemplo de una sociedad capitalista ideal es, por ejemplo, la sociedad constituida para la organización de los JJOO de Atlanta. Los empleados de ésta tenían que ser flexibles, dedicados y multifuncionales (para todo) y saber que, una vez extinguida la empresa dejan de trabajar; son, por tanto, conscientes de su fatídico final.

Se puede decir que vivimos en “sociedades de muchedumbre solitarias”. Lo que quiere decir que todos vamos a nuestro beneficio, nuestro desarrollo personal como fin último en nuestras vidas. Trabajemos haciendo zapatos, en un banco o en lo que sea, el producto no nos importa, nuestro vínculo con él es nulo, lo importante es nuestro desarrollo económico y personal.

Ninguna empresa es para siempre, lo que perdura no es la empresa sino el “logo”. Por ejemplo: Coca Cola. La multinacional de refrescos ha tenido muchas mutaciones a lo largo de su historia. No tiene dueño, la figura del fundador de la marca aparenta ser el dueño, si vive, pero quienes llevan las riendas de la organización son los ejecutivos que están detrás. Es el paquete accionarial el que está mutando constantemente y representan dicho paquete. La marca permanece si “hace dinero”, sino desaparece.

En otro tipo de organizaciones como partidos políticos, religiosas, etc., lo que hay son miembros. Por el contrarío si se trata de una empresa como Coca Cola lo que hay son empleados, gente que trabaja para la multinacional. Lo que es relevante en el mundo de los negocios es el desarrollo personal; los ejecutivos saltan de un departamento, de una empresa a otra de sectores distintos con una gran facilidad, lo que demuestra que lo relevante no es el vínculo que el empleado tenga con el producto, sino su propio desarrollo personal (una carrera para hacer dinero). Lo que se ve desde el punto de vista del consumidor es la marca y todo lo relacionado con ella pero no el entramado que hay detrás. Por ejemplo: Ruiz Mateos, es una marca. El señor Mateos tiene detrás un entramado de ejecutivos y capitales que se intercambian y mutan constantemente.

Apuntes de la clare de Felix Talego, Antropología Política.

Bibliográfica recomendada: “No logo: el poder de las marcas”. Naomi Klein.

martes, 2 de marzo de 2010

Era rusa y se llamaba Laika.

Ayer, rastreando en los blogs de los que soy un aficionado condicional, encontré un video del canal Cultural.es de Televisión Española. El programa se llama Archivo Sinapsis y el responsable es Joan Fontcuberta. El documental del primer programa se llama “Era rusa y se llamaba Laika”. Se trata de un documental que relata “el curioso caso, incomprensiblemente desconocido, de la reencarnación de la perrita Laika”; en palabras del autor. Merece la pena verlo. El final es un poco trágico y misterioso, muy misterioso.

El señor Fontcuberta, Licenciado en Ciencias de la Información, es profesor de Estudios de Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fraba de Barcelona, además es fotógrafo, ensayista, artista, crítico y promotor de arte...
La historia de la perrita me ha dado que pensar. ¿Cómo el poder puede ser tan listo? ¿Cómo los dominados y alineados ciudadanos pueden ser tan tontos? Unos cuentan una historia y otros se la creen. Laika se convirtió en un símbolo del ideal comunista soviético. La perrita se sacrificó por el bien de los demás. Contra viento y marea aguantó hasta el final, no abandonó nunca sus ideas, sus valores altruistas y revolucionarios. El poder decidió que fuese una perrita la que encarnara al ciudadano por excelencia. Pero al fin y al cabo: una perrita, un animal. De compañía pero animal. Y como es sabido, sólo los seres humanos tenemos la capacidad de utilizar símbolos, de crearlos, entenderlos. Supongo que Laika nunca llegó a ser consciente de lo que estaba viviendo. Sus compatriotas los humanos sí (una mayoría). Creyeron ciegamente en lo que representaba la perrita para ellos y canalizaron todas sus energías en defenderlo. El poder consiguió lo que pretendía: el control sobre la ciudadanía.

Pero la cosa no es tan fácil, no se trata de que unos pierden y otros ganan. Como cuenta “San” Marvis Harris en su libro “Antropología Cultural”, de que las masas subordinadas no obtengan beneficio alguno, sino sencillamente que no se llevarían a efecto si al grupo dominante no le reportara también algún tipo de beneficio. En esto del poder todos salimos ganando. Curioso. El poder utiliza todas las estrategias a su alcance para perpetuarse. El poder para los humanos consiste en la capacidad de controlar la energía. El poder es el control sobre la gente y la naturaleza. Control sobre herramientas, técnicas..., sobre las mentes que son la mano de obra... el grupo dominante estipula unas condiciones y las tareas en las que las masas subordinadas tienen que consumir gran parte de la energía. En este sentido, si la suma de la energía de los dominados suma más que la de los dominantes ¿cómo pueden ser tan tontos los primeros?
A más energía más poder. El poder de unos seres humanos concretos no se puede medir simplemente sumando la cantidad de energía que regulan o canalizan. No podemos simplemente sumar toda la energía en forma de alimentos, productos y fuerzas cinéticas que fluye por las masas de “plebeyos” en comparación con la “nobleza” y obtener una evaluación de sus relativas posiciones de poder. El hecho es que gran parte de la energía consumida por las masas subordinadas en las sociedades estratificadas se gasta bajo condiciones y para tareas que el grupo dominante estipula o compele por fuerza a los dominados a que hagan y ejecuten algo. La propia realización de estas tareas depende de que aumenten el poder y bienestar del grupo dominante.

Siempre es bueno arrimarse al árbol que mas cobija, como dice la sabiduría popular. ¿Qué fulano de tal sea más rico que yo hace que yo sea más pobre que él? Si yo soy el mayordomo del Rey, pongo a su servicio mi “energía”, a cambio de mi fuerza de trabajo el Rey me da su protección y asumo el papel de subordinado. Hoy en día esto suena arcaico, medieval. Pero, después de leer mi contrato de trabajo, creo que las cosas han cambiado poco. Si a caso algo. Poco. Fulano de tal quiere ser rico y de camino se hace poderoso, porque el dinero es poder. El poder es la garantía de conservar la riqueza, una coraza, un castillo fortificado inexpugnable. Yo ofrezco mi mano de obra o fuerza de trabajo al empresario a cambio de un sueldo, regulado por ley. Él me da una protección económica y yo asumo mi rol y estatus en la jerarquía establecida (organigrama). Reconozco que soy un subordinado y asumo el poder y estatus del empresario. Una vez manos a la obra, si el empresario se hace más rico yo sigo cobrando igual, si se hace más pobre o gana menos yo voy a la calle por un E.R.E. (expediente de regulación de empleo).

Si los rusos se creyeron lo de Laika y después de la caída del sistema soviético se destapó la verdad oculta en años de comunismo y socialismo, nosotros que seguimos inmensos en la inercia del sistema capitalista, ¿de qué no nos estaremos enterando? ¿Nos la estamos tragando con papas y no nos estamos dando cuenta? Etc... Hay infinitas preguntas pero... pocos son los privilegiados que pueden salir fuera y contarnos lo que nos está pasando.

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20091222/archivo-sinapsis/655063.shtml

http://www.rtve.es/rss/videos/television/TE_PCULTUR.xml